
«Para conseguir clientes, hay que tener paciencia y esperar que el tiempo vaya poniendo las cosas en su sitio y te proporcione herramientas de trabajo» Isidro Ferrer, diseñador gráfico
Isidro Ferrer es un diseñador e ilustrador que crea desde las entrañas, que devora todo aquello que le rodea y da un sentido y lectura especial a todos sus trabajos. Un diseñador capaz de ver en objetos sencillos, la base sobre la que cimentar sus creaciones. El pasado 29 y 30 de noviembre visitaba La Escuela de Diseño I ESI Valladolid para participar en el Seminario Share your Experiencie organizado por Foro Ingenio.
En su página web, se describe como un diseñador e ilustración por devoración, ¿a qué se refiere con esta palabra?
Su significado es devorar y adorar al mismo tiempo. Se trata de un término que mezcla lo gástrico, lo nutritivo y lo apasionado.
¿Se considera un diseñador que tenga un estilo propio, que el público pueda reconocer al primer golpe de vista?
No tengo ni idea. Evidentemente, hay un lenguaje pero no está sujeto al estilo o la forma, ser más o menos reconocible no es algo que me importe. Seguramente desde fuera exista una serie de parámetros estilísticos que pueden definir mi forma de trabajar, pero no es algo que yo busque de forma directa. Al final, el estilo es una consecuencia.
En el mundo del diseño se habla mucho actualmente de la especialización, ¿deben los alumnos de La Escuela de Diseño I ESI Valladolid enfocarse en esta corriente?
La especialización es una obligación y necesidad del sistema para controlar el mercado laboral. Si tú te especializas en algo, eso quiere decir que eres muy capaz de hacer eso, pero única y exclusivamente eso, y todo el resto de las cosas no vas a poder solucionarlas. No creo en la especialización sino en la construcción de las personas de una manera global, que sean capaces de solucionar problemas, no un único problema.
Sus trabajos abarcan desde los títulos de crédito de varias películas, a la imagen de las botellas de vino del Somontano, pasando por el diseño de vinilos para los escaparates de Camper. ¿Cómo se construye un espacio de trabajo tan amplio y cómo se pueden ir ganando clientes día a día?
Con tiempo. Hay que tener paciencia y disponer de tiempo, para que sea él quien vaya poniendo las cosas en su sitio y te proporcione herramientas útiles, que tú puedas poner al servicio de tus intereses, siempre cambiantes. Es una actitud.
¿Y cómo es el cliente perfecto?
No hay clientes perfectos. Pero si que aquellos más perfectos son con los que estableces relaciones de amistad, puedes dialogar y estableces una relación fructífera de entendimiento y colaboración.
¿Una diseñador debe utilizar todo su trasfondo como herramienta de creación, de dónde es, sus raíces, o corre el riesgo de encasillarse?
Uno pertenece al lugar donde habita, aunque se tenga información de muchos otros lugares. El lenguaje puede ser universal pero también creo que hay una importancia de lo local, que puede que no tenga una plasmación clara y directa sobre los resultados, pero sí en las actitudes vitales. Al final, vives en un entorno, en un contexto, estableces unos lazos lógicos, afectivos y de relación con el espacio donde habitas.
¿Y qué papel juegan los otros en esa construcción de uno mismo?
Hay que tenerlos presentes, son importantes en la construcción de uno mismo porque son la base sobre la que construimos nuestra identidad que no es única, sino que es heredada. No solo del entorno familiar y amistades, sino también de nuestro contexto histórico, humano y territorial. Hay toda una serie de circunstancias que influyen dentro de nuestra identidad.
¿Peca el diseño actual de ser demasiado correcto y pensar solo en lo estético?
Ahora mismo hay una pérdida del norte, no solo del diseño sino de otros campos de la expresión porque la tecnología ha influido demasiado, no solo en los resultados sino también en el lenguaje, y por tanto hay una pérdida de visión global. También hay una pérdida de la obtención de objetivos, a dónde me dirijo, a dónde voy, qué es lo que busco. Estamos cayendo en la autosatisfacción del me gusta, es bonito, ya no le pido más a un diseño.
¿Entonces qué es lo que hay que pedirle a un diseño?
Que se utilitario, funcional y que aporte a nivel de lenguaje
¿ Qué lugar ocupa la suerte y la casualidad a la hora de diseñar?
Hay que estar atentos a lo que sucede en el exterior, fuera de uno mismo, abrir la ventana para poder recoger todas esas expresiones que están fuera de nosotros mismos y pueden ser útiles. Hay una parte importante del azar, por el que hay que dejarse llevar.
En el diseño siempre se oye la palabra copia y plagio, ¿cuáles son las diferencias?
La copia bien entendida es una forma de aprendizaje. Hay que tener siempre en cuenta lo que sucede alrededor y a los que han estado antes, saber mirarlos, reconocerlos y trabajar a partir de lo que ya existe con esa información, que nos sirve de detonante. La copia bien entendida reconoce al otro, no es una usurpación, sino un tributo. El plagio lo suplanta porque no evidencia su punto de partida sino que lo oculta.
Entrevista realizada por: Isabel S. Sobaler Comunicación La Escuela de Diseño | ESI Valladolid
Pedro
Felicitaciones a Isabel por hacer tan buenas preguntas. Un genio como este hay que aprovecharlo.