Welcome to Esi: Mirian Miguel
Nombre: Mirian Miguel Ciudad de origen: Salamanca Profesora de: Diseño de mobiliario Como total designer dinos ese total refrán que usas para todo “No hay mal que por bien no venga”. Hay que ser “siempre positivo, nunca negativo” como dice este otro refrán, porque ¿de qué vale ser negativo? ¿Qué te molesta más, que pongan la m al final de tu nombre o la gente que se para a hablar en el principio de las escaleras mecánicas? Sin duda que escriban mi nombre con M. Ya lo voy superando, pero de pequeña me ponía como una hiedra, que me subía por las paredes, cuando alguien escribía MiriaM. En una palabra ¿cómo te describen tus amigos? Impuntual. Ese destino de viaje que repetirías y el que tienes pendiente hacer. Repetiría mil veces un viaje sencillo: Las Batuecas, en la Sierra de Francia. Senderismo, pinturas rupestres, baño en un río transparente… Siempre que alguien quiere ir, me meto en su coche sin pensarlo dos veces. Me encantaría ir un par de meses a Japón para ver tecnología y artesanía. Para empezar el día con energía Mirian necesita… C-A-F-É y una ducha. El negocio que te encantaría montar si te tocara la lotería Ninguno, sería una mujer altruísta y pedorrilla, a quién voy a engañar… Un personaje público al que nunca le darías una clase de origami Creo que no me negaría a dársela a nadie, pero me costaría mucho dársela a Esperanza Aguirre. Me da mucho miedo esta mujer y sus poderes. ¿Cuáles eran los discos más escuchados en tu casa de pequeña? Mi padre nos ponía bastante música y lo flipábamos cuando la escuchábamos en modo Jose María García (con unos cascos más grandes que nuestras cabezas). Cosas de Niños o el audiolibro de Pedro y el lobo, han sido los hits infantiles en casa, pero el más escuchado ha sido el Mediterráneo de Serrat (pasado a casette), que nos acompañaba en todos y cada uno de los viajes familiares.