Hoy, 4 de septiembre de 2025, el mundo de la moda despide a una de sus figuras más influyentes: Giorgio Armani, fallecido a los 91 años en Milán. Conocido como el “rey de la moda italiana”, Armani no solo creó un estilo inconfundible, sino que transformó la manera en la que entendemos la elegancia.

Fundó su firma en 1975 y, desde entonces, construyó un imperio que redefinió el prêt-à-porter y conquistó a generaciones enteras. Su propuesta de líneas limpias, cortes relajados y americanas sin forro marcó un antes y un después en la moda masculina, aportando sofisticación sin rigidez. Su visión también brilló en el cine y la alfombra roja, vistiendo a estrellas de Hollywood y convirtiéndose en referente de glamour atemporal.

Más allá de la moda, Armani diversificó su universo creativo con Emporio Armani, Armani Privé, cosmética, perfumes, mobiliario, restaurantes, hoteles e incluso equipos deportivos. Cada proyecto llevó su sello de sobriedad y excelencia, consolidando una marca que hoy es sinónimo de estilo y prestigio a nivel global.

Armani trabajó incansablemente hasta sus últimos días. Incluso este mismo año sorprendió al ausentarse por primera vez de su desfile de moda masculina en junio, una decisión motivada por cuestiones de salud. Su partida deja un vacío enorme, pero también un legado inquebrantable que seguirá inspirando a diseñadores, creativos y amantes de la moda.

Hoy, la industria rinde homenaje a un creador que no solo vistió cuerpos, sino que también transformó mentalidades. Armani nos enseñó que la verdadera elegancia no necesita artificios: se construye con sencillez, coherencia y visión.

Con su muerte, se cierra un capítulo esencial en la historia de la moda, pero su obra y su espíritu permanecerán para siempre.